Adrián Ravier / / 1 de septiembre del 2024

Inicia la recuperación en «U» de la economía Argentina

Inicia la recuperación en «U» de la economía Argentina

Se ha debatido bastante en Argentina si la dinámica en la actividad económica durante 2024 y 2025 tendría forma de L, V o U.

«L» implicaría una mirada pesimista en que la economía cayó en un pozo recesivo del cual no se recuperará en el corto y mediano plazo.

«V» implicaría el escenario más optimista, en que la economía cayó en recesión posdevaluación, pero se recupera rápidamente. Un antecedente de esta forma de recuperación ocurrió recientemente en la pandemia del 2020, luego de la caída del segundo trimestre por las restricciones (desde cierres de aeropuertos y de fronteras provinciales hasta limitaciones en la actividad comercial mayorista y minorista), que luego se flexibilizaron en la segunda mitad del año, provocando una recuperación inmediata.

«U» implicaría que, si bien la economía cayó en una recesión tras el sinceramiento del tipo de cambio nominal, la economía iniciaría una recuperación en la segunda mitad del 2024, que se consolidará en el 2025.

Una proyección plausible para el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) la ofrecemos en el siguiente gráfico.

A nuestro modo de ver, podemos descartar los primeros dos escenarios. En la recuperación en forma de «L» se ignoran los avances en ciertos equilibrios macroeconómicos que el gobierno logró alcanzar para sustentar expectativas positivas en el mercado; en la forma de «V» se ignora que la economía aún sostiene múltiples trabas heredadas que llevará tiempo desmantelar, si bien día a día se anuncian desregulaciones prometedoras en múltiples industrias.

En esta nota mostramos que la economía tocó fondo en el segundo trimestre del 2024, y los datos empiezan a mostrar razón a los analistas que apostaron por el tercer escenario, la recuperación en «U», si bien la verticalidad de la recuperación puede ser un poco más aplanada de lo que todos quisiéramos.

El escenario «U» implica que tomará tiempo recuperar el nivel de actividad de noviembre del 2023, predevaluación, pero la economía inició su recuperación en julio del 2024, distinguiendo entre comparativas interanuales aún negativas y datos comparativos entre meses ya positivos.

El monitor de datos disponibles lo podemos observar a continuación, mostrando los datos negativos en rojo y los datos positivos en verde.

Si bien el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) de julio del corriente aún no está disponible, sí disponemos del Índice General de Actividad (IGA) que elabora la fundación de Orlando Ferreres, que constituye un proxy o adelanto del primero, o incluso del PIB.

El IGA muestra un dato interanual negativo, si comparamos julio contra el mismo mes del año anterior, pero un dato positivo si comparamos julio contra junio del corriente. El informe explica la dinámica:

«Durante julio la actividad económica registró un alza de 0.8% respecto de junio, de acuerdo con la estimación del IGA-OJF. Así, a pesar de una corrección a la baja que sufrió el sexto mes del año, el nivel actual de la serie desestacionalizada se ubica 2.0% por encima del piso tocado en marzo. También vale destacar que, por primera vez en el año, nuestro indicador contabiliza más sectores al alza que a la baja, en la comparación anual, aunque la incidencia de los sectores contractivos lleva al agregado a mostrar aún cifras negativas. Hacia adelante cabe esperar que se mantenga la tendencia de la actividad a recuperar algo de terreno, con la velocidad de la recuperación dependiendo de la mejora que se vea en los ingresos de las familias y en la recomposición del consumo».

El informe agrega información sectorial que también consideramos importante destacar. Ya no se trata solo de 1) agricultura y ganadería, 2) minería o 3) servicios públicos como electricidad, gas y agua, que ya venían mostrando una dinámica positiva (incluso interanual). Ahora se agrega la industria manufacturera que «anotó en julio un crecimiento de 3.5% respecto de junio en la medición desestacionalizada».

Uno de los sectores que más preocupa es la construcción, que ha presentado indicadores interanuales fuertemente negativos, desde la interrupción de la obra pública con el cambio de gobierno. Sin embargo, el Índice Sintético de la Construcción (ISAC), el Índice Construya y los Despachos de Cemento están mostrando datos alentadores.

En este mes de julio debe destacarse la industria automotriz, que, en los datos interanuales, si bien aún negativos, son los más bajos de estos siete meses, mientras que los datos de julio contra junio muestran un 38.8% de aumento en patentamientos y 38.7% de aumento en la producción de autos.

Un dato que viene a contramano es la venta minorista que, de acuerdo con la CAME, venía de tres datos positivos, pero en julio cayó un 1% frente al mes de junio.

Entre los otros indicadores adelantados, las importaciones y el uso de electricidad vienen en alza, pero la recaudación tributaria ha caído en términos reales. Sin embargo, este último dato podría revertirse en este tercer trimestre del 2024, producto de la moratoria y el blanqueo contenidos en la Ley Bases, que generarían mayor recaudación e incluso mayores depósitos en dólares en los bancos. El escenario de estos próximos meses es alentador para consolidar una recuperación.


AVISO IMPORTANTE: El análisis contenido en este artículo es obra exclusiva de su autor. Las aseveraciones realizadas no son necesariamente compartidas ni son la postura oficial de la UFM.

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Adrián Ravier

Doctor en Economía por la Universidad Rey Juan Carlos, profesor de análisis económico y Director del Posgrado en Economía Institucional y Ciencias Políticas en UCEMA. Profesor visitante de la Escuela de Negocios de la Universidad Francisco Marroquín (UFM) y OMMA de Madrid.

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