Cumplidas las metas de la primera fase, el Gobierno lanza la segunda fase del plan económico
La primera fase del plan económico de Javier Milei tenía varios elementos que buscaban el equilibrio fiscal, monetario y cambiario como punto de partida. Comenzando por este último, sincerar el tipo de cambio en torno a los 800 pesos por dólar, implicó una devaluación del 118 %, lo que implicó un salto inflacionario que a lo largo del primer semestre pudo revertirse. Terminado el semestre el tipo de cambio real está cerca del equilibrio que pretende el Gobierno, para lo cual necesitaba empezar con las reformas estructurales de la Ley Bases.
El ajuste fiscal
La devaluación también contribuyó con el resultado fiscal licuando gastos, pero acompañando el proceso con recortes de la mitad de los ministerios y en obra pública, además de las transferencias discrecionales a provincias. El shock fiscal fue quizás la característica principal de la primera fase de la política económica, obteniendo equilibrio entre recursos tributarios y gasto público en el cortísimo plazo. No sólo se trataba del gasto público primario, sino también de cubrir los intereses de deuda, lo que requirió de un ajuste real del gasto público de más del 30 % para sostener el equilibrio durante cada mes de todo el semestre.
Limpiar el balance del Banco Central de la República Argentina
En paralelo, y ahora en el plano monetario, se procedió a limpiar el balance del Banco Central de la República Argentina (BCRA). Mientras en el activo, se sumaban reservas superando los 12.000 millones de dólares, en el pasivo se intentó sostener los pasivos no remunerados (o base monetaria) constantes, mientras los pasivos remunerados se licuaban vía inflación, o se absorbían con otros instrumentos de deuda como el Bopreal. Que la masa de pases se redujera, permitió ir reduciendo la tasa a la cual se remuneraban esos pasivos, bajando de 133 a 100, y luego a 80, 60, 50 y 40 %. Se desactivaba con ello la bola de nieve que implicó hacia fines de 2023 un potencial de hiperinflación. Completada la primera fase en este primer semestre, la cantidad de pases remunerados se redujo al equivalente a una base monetaria.
El cumplimiento de las metas de la primera fase, y la aprobación de la Ley Bases en Diputados, abre la segunda fase del plan económico, que el Presidente Milei introdujo en la mañana en una entrevista, y el Ministro de economía Caputo y el Presidente del Banco Central Bausili definieron el día de hoy en conferencia de prensa.
Fue el Presidente del Banco Central quien arrojó un dato preciso al señalar que en 2015 la base monetaria representaba el 8 % del PIB. En el inicio de esta segunda fase de la política económica, la base monetaria ampliada (esto es, la que suma pasivos no remunerados y remunerados) se estima precisamente en el 8 % del PIB. Esto significa que si la demanda de dinero se normalizara podría absorber esos excedentes que hoy el mercado no está demandando, y se alcanzaría el equilibrio monetario tan necesario para estabilizar la Argentina.
Conferencia de prensa
La conferencia de prensa intentó explicar el plan monetario de esta segunda fase de la política económica que intentará transitar los meses para dar nuevos pasos en la estabilización.
En este plan, los responsables de la política económica explicaron que en la primera fase aplicaron shock fiscal, y gradualismo monetario. En la segunda fase, al shock fiscal de déficit cero se le agregará un shock monetario con emisión cero.
Esto tiene varias implicancias. Una de ellas es que el BCRA devuelve el desequilibrio a donde se generó, obligando al Tesoro a responsabilizarse por los excesos de gastos desarrollados en el pasado y monetizados por el BCRA.
El instrumento que utilizarán para este pasaje es la creación de una letra con tasa de interés positiva que será entregada a los bancos a cambio de los pases y los puts. Llegado el caso, la letra será pagada con superávit fiscal, o bien renegociada con otros instrumentos de deuda, pero dejarán de generar presión sobre el BCRA.
Comprometerse con emisión cero fortalecerá el objetivo de continuar la baja en la inflación, la que posiblemente muestre el 10 de julio la primera alza contra el mes anterior, lo que es normal en proceso de estabilización semejantes. Ya en el dato del 10 de agosto, seguramente el dato de IPC recuperará el descenso.
Los analistas han mostrado en las últimas horas algo de ansiedad por enfrentar la quita del cepo cambiario, aunque el Ministro de Economía insistió que la medida deberá esperar un tiempo más hasta que las condiciones estén dadas para no sufrir ninguna convulsión.
El cepo en esta segunda fase permanece, postergando la quita para una tercera fase de la política económica.
Bajada de impuestos
En la entrevista que ofreció esta mañana el Presidente Javier Milei comentó que esta segunda etapa recoge los frutos de la estabilización parcial lograda en la primera, con menos inflación y crédito a tasas de interés menores, rebote en la actividad, en el empleo, en los salarios reales, y eventualmente crecimiento económico y mejoras en la recaudación.
Es precisamente en este contexto que cada peso que se obtenga de superávit fiscal será devuelto al mercado en baja de impuestos, congelando el gasto y apuntando a una ambiciosa reforma tributaria que termine con el 90 % de los impuestos hoy existentes.
La aprobación de la Ley Bases devolvió el impuesto a las ganancias, lo que le permitirá al Gobierno reducir el impuesto país del 17,5 al 7,5 %, lo que se espera ocurra alrededor del mes de agosto, una vez que se instrumente la ley y ganancias compense la baja en la recaudación del impuesto país.
En esta segunda fase resulta central continuar con reformas estructurales, para lo cual se creará un nuevo Ministerio a cargo de Sturzenegger, quien liderará un proceso de desregulación y privatizaciones que el Presidente ambiciona coloquen a la Argentina entre los países más libres del mundo, medido por libertad económica y calidad institucional.
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